lunes, 11 de abril de 2011

Viaje

Un recuerdo por cada día, acompañado por una sonrisa cada algunas horas, a veces no. A veces una lágrima o dos. No hubo un solo día de vacío en los recuerdos, siempre lo llenó el verde de aquellos ojos, profundos, melancólicos de largas pestañas negras.
Se instaló y se quedó... se guardó.

1 comentario:

Todo pasa por una razon dijo...

Que hermosas palabras, muy reflexivas.

Saludos,

Postes de madera